En abril de 2012, el Concejo Metropolitano decidió crear la Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito (EPMMQ), encargada del diseño, construcción, equipamiento y otros aspectos del nuevo sistema de transporte de la capital.

Nueve años han pasado y aún no se concreta una de las obras emblemáticas de la ciudad. Una situación que se agrava con la presentación de renuncia por parte de la quinta gerenta de la EPMMQ, la abogada Andrea Flores Andino, quien dio a conocer su decisión el pasado viernes 21 de mayo.

Tras apenas cuatro meses en el cargo, Méndez explica sus motivos:

“Existen acciones de actividades que estaban ya trazadas para poner en marcha el Metro de Quito. Sin embargo, se encuentra en espera y mientras no se adopte una decisión, es imposible seguir con esta gestión hasta que se pueda dar una solución para la ciudadanía; por lo que decidí poner mi renuncia inmediata”, aseguró en un diálogo con el noticiero «A Primera Hora», transmitido por Radio Majestad.

El 18 de marzo, tras una queja de la ciudadanía, se crearon mesas de trabajo para controlar y vigilar el proceso de contratación, independientemente del modelo de gestión del Metro. Allí se llegó a la conclusión de que el tiempo se convirtió en un factor importante; entre mas tiempo se retrase la obra, más dinero está en juego.

Por ello, Mendoza considera que para que esta situación no se refleje en cifras negativas para los quiteños, el metro debe comenzar una pre-operación este año como máximo.

«El metro de quito no puede detenerse, necesita decisiones. Según el cronograma establecido la obra va avanzando. En las semanas que viene, el o la nueva gerente tendrá que basarse en este cronograma asignado para el funcionamiento», explicó.

Así se pone en evidencia la urgencia del funcionamiento de un proyecto que ya tiene más de 9 años en desarrollo, con estaciones listas desde la administración de Augusto Barrera..