Camila Muñoz
La Unidad de Bienestar Animal (UBA) del Municipio de Quito informó que, Santi el perro de edad adulto que desde hace cuatro años llegó a las instalaciones de la Presidencia de la República, en el Centro Histórico, ya fue adoptado. Tras recibir varias solicitudes de adopción, Eduardo Herdocia recibió a Santi, quien desde ese día está en compañía de cuatro amigos perrunos en la provincia de Bolívar.
#santipresi2 se hizo viral tras una polémica en redes sociales. El can vivía en el estacionamiento de la Presidencia de la República y fue retirado de allí por UBA.
Personal de la institución lo cuidaba en horas de oficina, es decir, de 8h00 a 17h00 de lunes de a viernes. Sin embargo, el resto del tiempo no tenía tutor.
El proceso de adopción inició el pasado 28 de marzo, Santi fue trasladado por los agentes de la UBA a los Centros de Atención Veterinaria, Rescate y Acogida Temporal (CAVRAT), con el fin de realizarle una evaluación clínica y etológica profunda y verificar con estos estudios el estado de salud y el comportamiento en el que se encuentra el can.
Según el informe médico presentado, el can se encuentra en una condición corporal 5/5, es decir, está en estado de obesidad, para esto se indicó que se debe realizar más estudios de laboratorio para descartar enfermedades como hipotiroidismo y síndrome de Cushing. También, se dio a conocer que Santi presenta molestias en el miembro posterior derecho, esto se debe a la avanzada edad que tiene; mediante estos análisis se podría asumir que está pasando por un proceso en el que se están degenerando y desgastando con intensidad sus articulaciones en la rodilla, cadera y columna.
La UBA realizó un seguimiento del cuidado que lleva Santi, para, de esta manera, proteger la integridad del can y confirmar que se lleve a cabo las cinco libertades del bienestar del animal de compañía:
- Libre de hambre, de sed y de desnutrición.
- Libre de temor y de angustia.
- Libre de molestias físicas y térmicas.
- Libre de dolor, de lesión y de enfermedad.
- Libre de manifestar un comportamiento natural.
Santi tuvo un final feliz! Ahora tiene tutores responsables y muchos amigos peludos. Nuestros peludos también tienen derechos. Hay miles de perritos en las calles de Quito que merecen tener un hogar. Adoptar es un acto de amor.
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