Con la reapertura de las instituciones educativas, el Ministerio de Educación elaboró un protocolo de bioseguridad para abrir bares escolares en las instituciones educativas, dentro del proceso de retorno a las actividades presenciales de los estudiantes.

Para cumplir con los lineamientos de autocuidado en el manejo de la preparación de alimentos, el ministerio dictaminó aplicar un reglamento de forma obligatoria en todos los puntos de expendio de comida en las instituciones educativas.

Es por ello que, tanto escuelas y colegios, deberán contar con los permisos de funcionamiento en los bares escolares, los cuales deben ser otorgados por la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria.

Para proteger a los estudiantes, el personal que expende los alimentos, deberá presentar el carnet o certificado de vacunación, con al menos 14 días de vigencia de la última dosis, emitido por la Red Pública Integral de Salud.

Además, deberá utilizar permanentemente mascarilla, constante desinfección, gorros protectores para la cabeza, equipos que manipulan los alimentos, mientras se realiza las actividades en el bar.

Por lo tanto, el personal que trabaje dentro de los bares deberá lavarse y desinfectarse muy bien sus manos antes y después de manipular los alimentos, equipos y utensilios, con productos de limpieza, que deben contar con la notificación sanitaria o registro obligatorio.  

Entre algunas de las disposiciones que la cartera de salud ha dispuesto, para que se cumpla en cuanto a la categorización de los bares escolares son:

  • Asegurar el acceso a agua segura permanente.
  • Contar con acceso a insumos de limpieza, desinfección, autocuidado e higiene, permanente.
  • Cumplir con la distancia de dos metros.
  • Mayor amplitud de ventilación, iluminación e implementación de señalética de acuerdo a los lineamientos emitidos por el Ministerio de Educación.
  • Contar con dispositivos de lavado de calzado en las entradas a las zonas de trabajo y cambiar de forma regular el líquido que contiene.
  • Se prohíbe el ingreso de personas ajenas al espacio donde se desarrollarán las actividades de gestión y manipulación de alimentos, estableciendo un aforo de ocupación de los sitios determinados, cumpliendo los dos metros de distancia.

Este protocolo ayudará como plan piloto para conocer si se puede retornar a los servicios escolares, dentro del plantel. Con el objetivo de fortalecer las buenas prácticas de higiene así como el expendio de alimentos saludables.