La industria del modelaje se ha visto inmiscuida en controversiales estándares de belleza, trastornos alimenticios, problemas mentales, ejercicio excesivo e incluso adicción a drogas. Todo, por conseguir un ‘peso ideal’ y lograr la ‘perfección’.
La famosa modelo y actriz inglesa, Emily Ratajkowski, publicó una colección de ensayos titulados ‘My Body’. En ellos, relata que por años fue sexualizada y agredida sexualmente. Incluso, revela que el cantante Robin Thicke, durante el rodaje del video de ‘Blurred Lines’, tocó sus pechos desnudos sin consentimiento. “Para mí, este libro trataba de hablar de los momentos en los que las mujeres pueden ser muy vulnerables, y de las dinámicas de poder que a menudo se ocultan”, aseguró.
Mientras que, la top model, Bella Hadid, rompió todos los tabúes sobre la salud mental. Esto, al compartir en su Instagram una publicación revelando que desde hace años lucha contra la ansiedad y depresión. “La autoayuda y la enfermedad mental es como una montaña rusa de obstáculos”, expresó.
Otro testimonio que se volvió viral, fue el de la joven modelo estadounidense, Anna Gantt. Ella publicó un video, que entre lágrimas, relata su impotencia ante los exigentes estándares de belleza que debe seguir para trabajar. Empezó su testimonio diciendo: “En días como este odio ser modelo”.
La modelo de 22 años, relató que en un inicio su talla era XS y ahora es S. Pese su figura esbelta, productores y directores han asegurado que sus medidas no le permiten aprobar el casting, hasta que baje de peso. “¡Ya soy delgada y pequeña! Pero no es lo ideal para ellos. ¿Qué está mal con mi estómago? Ellos me quieren ver en los huesos. Estamos en pleno 2021 y me dicen que baje de peso para una sesión”, manifestó Gantt.