La Agencia Metropolitana de Control (AMC), en coordinación con la Unidad de Bienestar Animal (UBA), Agrocalidad y el Cuerpo de Agentes Metropolitanos, iniciaron los procesos sancionadores en contra de un sujeto que operaba un criadero de aproximadamente 100 chivas sin los permisos municipales correspondientes y en condiciones de hacinamiento.
Durante el operativo, los veterinarios de UBA constataron que los animales se encontraban en condiciones de maltrato, alojados en espacios insuficientes para su tamaño y número, y en instalaciones que violan las cinco libertades de bienestar animal que forman parte del Código Municipal vigente en la capital.
De acuerdo a la entidad, el dueño del criadero podría enfrentar multas de hasta USD 3.680 dólares por operar sin los permisos municipales y mantener a los animales en condiciones inadecuadas y de maltrato. Y como parte de las medidas impuestas, se entregaron las actas de sanción y se exigió al dueño del criadero que retire las cabras del lugar por ser una zona urbana.
Según las investigaciones previas realizadas por las autoridades, el propietario del criadero, en el barrio La Roldós, ubicado en el norte de Quito, colocaba entre tres y seis chivas en distintos puntos de la ciudad, para que terceras personas comercialicen leche no pasteurizada a cambio de una cuota fija por día.
Además, este criadero genera fuertes olores que causan molestias a los vecinos del sector. Para que las chivas pudieran pastar, eran soltadas en un bosque cercano, considerado un área protegida. La UBA recordó que, este tipo de animales de producción deben encontrarse en áreas rurales para su correcta reproducción, desarrollo y alimentación.