Daniel Noboa fue posesionado como Presidente de Ecuador, con lo que oficialmente se convierte en el presidente elegido en las urnas más joven de la historia de Ecuador. Noboa asumirá la presidencia del país por exactamente 1 año y 6 meses. La Asamblea Nacional acogió el evento, mismo que estuvo a cargo del presidente del Legislativo Henry Kronfle.
Normalmente un mandato presidencial en Ecuador dura 4 años, pero en este caso, Noboa no está iniciando uno nuevo sino completando el actual que no terminó el presidente saliente Guillermo Lasso, esto tras la declaratoria de muerte donde también hubo la disolución de la anterior Asamblea Nacional.
Durante el acto de investidura, en el que participaron autoridades locales, nacionales e internacionales, el titular del Legislativo, colocó la banda presidencial al Jefe de Estado, marcando así el inicio de su mandato. De igual manera, la Cancillería otorgó a Noboa la condecoración del Orden Nacional al Mérito, en grado de Gran Collar.
En su primera intervención, el Presidente de la República invitó a la audacia y a romper con viejas estructuras, y resaltó la necesidad de abordar los desafíos con innovación y determinación. “Muchos creen que la juventud es sinónimo de ingenuidad, para mí es sinónimo de fuerza. Fuerza para vencer los retos que se nos imponen porque eso es lo que el Ecuador necesita”, añadió.
Además, hizo énfasis en la necesidad de generar empleo para reducir la violencia que vive el país, pues ahora Ecuador se ha convertido en uno de los 10 países con mayor criminalidad del mundo, según el Informe Global Contra el Crimen Organizado Transnacional (Gitoc). El nuevo Presidente agregó que cree el país requiere un cambio con sentido de urgencia.
Tras su posesión, Noboa se retiró de las instalaciones del Pleno de la Asamblea Nacional para dirigirse al Palacio de Carondelet, donde cientos de simpatizantes lo esperaban con pancartas a favor del nuevo Gobierno. Un dato curioso fue que, al salir se escuchó en la transmisión una nueva versión de la canción que su padre usó en campañas presidenciales. Una de las frases más conocidas de la tonalidad y que se repitió es: «Llegó la esperanza que todos queremos».
En Carondelet se tenía previsto que Noboa almorzara con varias autoridades e invitados. A su llegada los Granaderos de Tarqui lo recibieron con un pasillo de honor. Posteriormente entonó las notas sagradas del Himno Nacional y se acercó al balcón para saludar a todos sus seguidores que se dieron cita y lo acompañaron en este evento.
