Por pedido de la familia y defensa de Naomi Arcentales, la fiscal general, Diana Salazar, dispuso este 14 de enero que la investigación sobre su muerte sea trasladada de Guayaquil a Quito.
De esta manera, el expediente pasará a manos de una fiscal especializada en violencia de género de la capital. Esto con el objetivo de garantizar el acceso a la justicia para este caso.
Según la Fiscalía, la decisión se toma, además, porque las fiscales Livanesa Gálvez y Patricia Morán, quienes antes llevaban el caso, dieron positivo para Covid-19 y presentan un cuadro delicado. Hecho que les impide realizar las diligencias en territorio.
La joven modelo de 23 años fue hallada muerta en su departamento de un famoso edificio de Manta, provincia de Manabí. Pese a que en un inicio la autopsia determinó que se habría suicidado, sus familiares denuncian que Naomi murió en manos de su pareja, el fiscal Juan Carlos Izquierdo.
Por ello, el pasado 22 de diciembre de 2021se realizó una segunda autopsia al cadáver, cuyos resultados aún se esperan.
Para Julio Cueva, abogado de Izquierdo, esta decisión es lamentable y completamente arbitraria. “Fiscales a dedo, investigaciones a la carta, entonces ¿De que forma puede decir la Fiscalía que está siendo objetiva?” asegura.
Añade que la entidad se ha convertido en una Fiscalía de redes y que “están haciendo todo para que Juan Carlos no tenga quien lo defienda. La Fiscalía se ha convertido en una Fiscalía de redes”.
En una conversación con Tu Voz Tv, Cueva aseguró que en los próximos días revelarán evidencia que ratificaría que la muerte de Naomi sí fue un suicidio.