Se cumplieron 100 años del primer voto femenino en la historia del Ecuador, gracias a la hazaña de la lojana Matilde Hidalgo de Procel, pionera en la lucha por los derechos de las mujeres en Ecuador y en ser la primera mujer en ejercer su derecho al voto. El esposo de Matilde fue quien la impulsó a votar, pues le comentó que ella cumplía con todos los requisitos para inscribirse en el registro electoral.
Este hito de Matilde Hidalgo no solo permitió que las mujeres ecuatorianas pudieran ejercer su derecho al voto, sino que también las motivó a participar activamente en la vida política, espacio que en su mayoría es ocupado por hombres. Hidalgo no solo votó, sino que también fue elegida concejal de Machala, y su ejemplo inspiró a otras mujeres a seguir sus pasos.
En ese contexto, el Consejo Nacional Electoral (CNE), realizó un homenaje al legado que dejó Matilde Hidalgo dentro de la historia democrática del país, gracias a la cual Ecuador se convirtió en el primer país Latinoamericano en legalizar el derecho al voto de las mujeres el 9 de junio de 1924.
La presidenta del CNE, Diana Atamaint, destacó que hace un siglo Matilde Hidalgo marcó un hecho histórico, que se convirtió en una llama que sigue iluminando el camino hacia una participación igualitaria y plena en la vida democrática del Ecuador. Además, destacó que la participación de la mujer en la vida política actual ha mejorado gracias a la Ley de paridad de género que fue aprobada por la Asamblea Nacional.
Iliana Procel, nieta de Matilde Hidalgo, indicó que es un orgullo para su familia que su abuelita sea reconocida por su lucha a favor de los derechos de las mujeres. Considera gratificante que se recuerde el legado de su abuelita y que no sea solo un ejemplo para Ecuador sino también para Latinoamérica.
Por su parte, María Noel Baeza directora Regional de ONU Mujeres destacó que, ha sido fundamental contar con mujeres como Matilde Hidalgo pues gracias a su lucha generó un cambio significativo, puesto que, gracias a ella todas las mujeres de América Latina pudieran ejercer su derecho al voto.
El hito histórico de Matilde Hidalgo de Procel trascendió las fronteras de Ecuador, sirviendo como un faro de inspiración para los movimientos feministas y sufragistas en toda América Latina. Hidalgo demostró que el cambio era posible, motivando a otras mujeres en la región a desafiar las normas establecidas y a demandar su lugar en la vida política y profesional, fomentando una ola de reformas que contribuirían a la igualdad de género en el continente.