Las investigaciones científicas realizadas en los últimos 30 años nos han enseñado que el período más importante del desarrollo humano es el que comprende desde el nacimiento hasta los ocho años de edad. Durante esos años, el desarrollo de las competencias cognitivas, el bienestar emocional, la competencia social y una buena salud física y mental forma una sólida base para el éxito incluso bien entrada la edad adulta.
Jugar no consiste únicamente en divertirse, sino también en aprender. Durante los tres primeros años de vida, el cerebro se desarrolla más rápido que en ningún otro momento. Cuando los niños y niñas juegan, están explorando su mundo y adquiriendo competencias fundamentales que les aportan beneficios para toda la vida.
El Portal de crianza del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cuenta con una serie de actividades que permitirán que tu niño o niña desarrolle sus capacidades a través de juegos interactivos. Te presentamos una serie de actividades para cada día de la semana y para los fines de semana:
- La telaraña: Ayuda a desarrollar habilidades creativas y narrativas, y a estrechar lazos familiares.
- Mi propio libro: Ayuda a desarrollar la imaginación y a mejorar el lenguaje y la comunicación.
- Búsqueda del tesoro: Fortalece la resolución de problemas y desarrolla la lógica y el pensamiento crítico.
- Badabum: Desarrolla la imaginación, estrecha los lazos familiares y fortalece el sentido del ritmo y la coordinación.
- Jugando con letras: Ayuda a desarrollar el lenguaje y la imaginación, y fortalece el reconocimiento del alfabeto.
- Mis binoculares: Desarrolla la creatividad y motricidad, fomenta la observación del entorno.
- Mis huellas: Desarrolla la coordinación y el equilibrio, conciencia del cuerpo.
El entorno familiar y la comunidad son los lugares donde los niños pequeños pasan una gran parte de su tiempo, por no decir la mayor parte, durante sus primeros años de vida, por lo que proporcionan excelentes oportunidades para favorecer el aprendizaje a través del juego desde los primeros años de vida hasta los períodos preescolar y de primaria. Por eso es importante, facilitar el aprendizaje lúdico a los niños que están a su cargo en las experiencias cotidianas tanto en el hogar como en la comunidad.
