Redacción: María Emilia Vaca

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, fecha que genera su reconocimiento a partir del año 1981 por la conmoción mundial del asesinato de tres hermanas en República Dominicana (Patricia, Minerva y María Teresa).

En el año 1999, la Asamblea de las Naciones Unidas decretó que esta fecha sea declarada como un día de rememoración internacional, de acuerdo con lo mencionado por Tamara Idrovo, activista y luchadora de los derechos por las mujeres, en el programa “A Primera Hora”, trasmitido pro Radio Majestad.

Cada año se recuerda a miles de mujeres que fueron víctimas de violencia de género en diferentes niveles. Y es así que durante este año se ha podido contabilizar un incremento de casos en la cifra de femicidios, que en total son 101 desde enero de este año y 82 a partir de la pandemia ocasionada por la propagación del Covid19.

En lo que va de noviembre, datos oficiales presentan 11 femicidios y 5 transfemicidios. Indicó Sybel Martinez, Vicepresidenta del Consejo de Protección de Derechos de Distrito Metropolitano de Quito, durante su intervención del programa mencionado anteriormente.

Martínez mencionó también que, esta preocupante cifra aumenta a nivel nacional, no solo en femicidios, sino también en llamadas de auxilio al ECU-911, que son 308 al día realizadas por mujeres, niñas y adolescentes. Con ello, la directora asegura que según encuestas realizadas, 65 de cada 100 mujeres, han experimentado algún tipo de violencia de género a lo largo de su vida.

Como acto de manifestación en contra de la violencia hacia la mujer, Estefanía Villacís, Abogada y Especialista en Derechos Humanos, promovió esta mañana por primera vez acciones de su campaña #NoMePites. La iniciativa nace con el objetivo de visibilizar la violencia sexista y poder erradicar así los femicidios en el Ecuador.

Adicional, la promotora de esta campaña, realiza cyber activismo en sus redes sociales para concientizar la violencia sexista que ocurre comúnmente en las calles del país, y fue parte de su experiencia personal. Esta clase de activismo busca la visualización de la violencia no solo en fechas especiales, sino a diario.