En el sector de Chillogallo, sur de Quito alrededor de 70 menores de edad fueron encontrados en una fiesta clandestina en la que se consumía licor y no se respetaban las medidas de bioseguridad.
En el lugar se encontró en total a 130 jóvenes menores y mayores de edad que se encontraban en situaciones de deplorables consumiendo licor y sustancias sujetas a fiscalización, sin utilizar mascarilla.
Las personas fueron halladas dentro de una vivienda con un espacio aproximado de 24 metros cuadrados repartidos en dos habitaciones, cada una de 12 metros cuadrados.
El lugar tenía un baño improvisado sin puerta, solo con una cortina, este espacio además servía como bodega de las botellas de licor.
El inspector Luis Zapata, responsable de la Unidad de Investigaciones del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano Quito, informó que por una denuncia ciudadana realizó el seguimiento de convocatorias a fiestas clandestinas en redes sociales desde hace ocho días.
La estrategia que usan los organizadores de los eventos es citar a los jóvenes en diferentes paradas de buses y luego trasladarlos en taxis y camionetas a 8 puntos diferentes donde se realizaba las fiestas en espacios reducidos y sin las mínimas condiciones de higiene y seguridad.
Una vez confirmada la fiesta clandestina y los puntos de la reunión se coordinó un operativo interinstitucional con Policía Nacional, Agencia Metropolitana de Control, Ejército Nacional, AMT y el CACM para realizar la intervención en este lugar.
Los mayores fueron traslados a la UPC de la zona para que reciban las sanciones respectivas, mientras que las autoridades contactaron a los padres de los menores de edad, quienes deben firmar un acta de responsabilidad antes de llevarlos a sus domicilios.