Pronaca, a través de su concurso «Mi Receta Preferida,» continúa con su compromiso de fomentar la unión familiar en la cocina, creando un espacio donde todos los miembros del hogar pueden aportar y participar en la creación de recetas que reflejan el amor y las tradiciones ecuatorianas. Este evento, que cuenta con más de 12 años de trayectoria, no solo resalta el talento culinario nacional, sino que también promueve la preparación de platos saludables, destacando la importancia de una alimentación balanceada para las familias ecuatorianas.
En la reciente edición del concurso, Andrea Almeida, oriunda de Chone, se alzó con el primer lugar con su receta de Timbal de Cerdo con Maduro. Durante una entrevista, Andrea compartió que el secreto de su receta fue «mucho amor,» destacando que la clave de su éxito no solo residió en su habilidad culinaria, sino también en el apoyo incondicional de su esposo, quien estuvo a su lado en todo momento, animándola y colaborando en la preparación de los platillos. Este tipo de dinámicas familiares demuestra cómo el concurso de Pronaca trasciende el simple acto de cocinar, convirtiéndose en una herramienta para fortalecer los lazos familiares.
El concurso «Mi Receta Preferida» no solo se enfoca en la creatividad culinaria, sino que también subraya la importancia de la salud en la cocina. Pronaca, como empresa líder en la producción de alimentos de calidad, se esfuerza por promover la preparación de platos que no solo sean deliciosos, sino también nutritivos, contribuyendo así a una mejor alimentación para todos los ecuatorianos. Esta filosofía se refleja en las recetas ganadoras, que combinan sabores tradicionales con ingredientes que apoyan una dieta balanceada.
Andrea y su esposo son un ejemplo claro de cómo el trabajo en equipo y el respaldo mutuo pueden llevar al éxito, rompiendo con la antigua noción de que la cocina es exclusivamente un espacio para mujeres. Esta competencia refuerza la idea de que, en la cocina, el amor y la unidad familiar son los ingredientes principales para crear recetas que no solo alimentan el cuerpo, sino también el alma.
