13 peluditos encontraron hogares amorosos durante las dos jornadas de adopción que realizó de manera simultánea la Unidad de Bienestar Animal (UBA), del Municipio de Quito, en el Parque de La Carolina y el Parque Central de Cumbayá. De esta manera la UBA continúa con su campaña “no compres, adopta”, para brindar una segunda oportunidad a los peluditos que han sido víctimas de maltrato o abandono.
De acuerdo al informe de la entidad municipal, desde el 14 de mayo de 2023, más de 400 animales de compañía han sido adoptados en Quito. El número de campañas de sensibilización también experimentó un incremento significativo. Estas campañas son fundamentales dentro de la estrategia de la UBA, ya que buscan sensibilizar a la comunidad sobre la tenencia responsable, el maltrato y el bienestar animal.
Los caninos que fueron adoptados están vacunados, desparasitados, esterilizados, llevan un microchip de identificación y han pasado por un entrenamiento básico. La adopción tiene ventajas como: obtener información detallada acerca de sus características y temperamento del peludito, acogerlos temporalmente, e incluso ir a pasearlos previamente antes de formalizar la adopción.
Requisitos para adoptar
Las personas interesadas en adoptar a un animal de compañía deben presentar la copia de la cédula y de un servicio básico, a quienes se les realizará una entrevista para conocer su motivación para adoptar un perro, así como las condiciones de vida que les ofrecerán, pues es necesario que tengan el compromiso para dedicarles tiempo para su cuidado y paseos, presupuesto, paciencia, el espacio adecuado para el tamaño del animal, así como estar de acuerdo en firmar un acta de compromiso.
Se recuerda a los tutores que el Código Municipal contiene una serie de infracciones en caso de no cuidar bien a un animal de compañía. Las infracciones leves, que engloban infracciones como: que tu animal de compañía no tenga collar; no recoger sus excrementos; no cumplir con sus vacunas. Las graves contemplan: incumplir con la esterilización de animales de compañía; causar molestias a los vecinos por ruidos o malos olores; entre otros. Y los muy graves que tienen: abandonar animales en espacios públicos; encadenar o atar animales; causar la muerte de animales de compañía.