Este 6 de mayo, Colombia cumplió su noveno día de paro nacional, enmarcado por fuertes confrontamientos, desapariciones y muertes.

En un intento fallido, el presidente colombiano, Iván Duque, retiró el proyecto de ley de reforma tributaria que inició con las protestas. Pero el descontento permanece en las calles, y la represión por parte de las fuerzas del orden es cuestionada.

Los desmanes y agresiones registrados en el país cafetero, que ya recibieron críticas por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), esta vez fueron comentadas por el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell.

“El uso excesivo de la fuerza en respuesta a esas protestas, la escalada de la violencia y cualquier uso desproporcionado de la fuerza por las fuerzas de seguridad debe parar”, dijo el funcionario.

Asimismo, agradeció el llamado al diálogo liderado por Duque, “los ciudadanos colombianos se merecen estabilidad y certidumbre, especialmente por los serios retos que afronta el país, causados por la pandemia de coronavirus. La complejidad de estos retos requiere esfuerzos pacíficos de todos los actores y de la sociedad civil para reducir las tensiones”.

Borrell apeló a todos los actores políticos y de la sociedad civil colombiana a que reduzcan tensiones, mientras participan del “Encuentro para avanzar en una agenda sobre lo fundamental”, que inició el presidente Duque para alcanzar consensos con organizaciones sociales.

Hasta el momento se ha registrado una veintena de fallecidos y más de 800 heridos durante las manifestaciones en Colombia. Además de registrase 89 desapariciones, de las cuales solamente 2 han sido encontradas.