En el pintoresco cantón de Urcuquí, en la provincia de Imbabura, se encuentra un paraíso de naturaleza y cultura que invita a desconectarse del mundo y reconectarse con lo esencial. Rodeado de montañas, cascadas y paisajes que quitan el aliento, Urcuquí es un destino mágico para quienes buscan aventura, descanso y una conexión profunda con la tierra. Este rincón de los Andes ecuatorianos alberga una variedad de lugares que te harán vivir experiencias únicas e inolvidables.
Entre sus maravillas destaca la imponente cascada de Conrrayaro, un salto de agua de 40 metros al que se accede a través de senderos rodeados de exuberante vegetación y bosques primarios de guayabo. Este lugar, ideal para los amantes de la naturaleza, regala un recorrido que combina aventura y paz en medio de paisajes únicos. El acceso es gratuito, y cada paso hacia la cascada es un recordatorio de la belleza y fuerza de la naturaleza.
La Montaña de Luz es otro lugar que no puedes perderte. Este hogar de ecoespiritualidad combina un eco-hotel, jardines botánicos, un orquideario con más de mil especies y actividades holísticas que promueven la paz y el bienestar. Allí, las nubes parecen tocar la tierra y la serenidad del entorno invita a recargar el alma. Por su parte, Cahuasquí Bodega Orgánica te conecta con los productos de la madre tierra, destacando la importancia del comercio justo y el trabajo de los agricultores locales, quienes a través de cultivos naturales mejoran su calidad de vida.
Finalmente, la Hacienda San Francisco y las Termas Chachimbiro Arcoiris completan esta experiencia inolvidable. La hacienda ofrece cabalgatas, senderos para caminar, piscinas de agua volcánica y la oportunidad de desconectar en medio de la naturaleza. Mientras tanto, las Termas Chachimbiro combinan el poder curativo de sus aguas termales con terapias de bienestar como kinesioterapia y electroterapia. Urcuquí, con su variedad de destinos, es el lugar ideal para explorar, relajarte y enamorarte de la belleza andina.