Tribunal de Manabí acogió las pruebas presentadas por la Fiscalía general del Estado y dictó tres años de prisión en contra del exjuez Banny Molina, por el delito de prevaricato. Molina fue quien autorizó la liberación del exvicepresidente Jorge Glas, Daniel Salcedo y otra persona privada de la libertad.
La Fiscalía detalló que el exjuez fue sentenciado por prevaricato, al disponer arresto domiciliario de una persona que no se encontraba privada de libertad. Los procesos contra el exjuez de la Unidad de Garantías Penitenciarias con sede en Portoviejo empezaron cuando, Molina emitió tres órdenes de excarcelación para tres privados de libertad -entre ellos el ex vicepresidente Jorge Glas.
Molina fue quien aceptó el recurso de hábeas corpus presentado por la defensa de Glas, condenado en firme por dos casos de corrupción y encarcelado desde hace cinco años sin interrupción hasta el pasado abril, cuando otro beneficio judicial similar en abril pasado, aunque luego fue revocado.
Para la justicia eso significó que actuó cuando su jurisdicción estaba suspendida e incluso fue observado por causar indefensión al Estado, al no citar con la acción al Servicio de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI) y a la Procuraduría.
El 26 de agosto de 2022, la Sala Especializada de lo Laboral de la Corte de Justicia de Manabí declaró la nulidad de todo lo actuado por el entonces juez, al considerar su falta de competencia, en razón del territorio en la tramitación del habeas corpus que favoreció a Glas.
El 25 de mayo de 2023, Molina fue declarado culpable del delito de usurpación y simulación de funciones públicas. Un Tribunal de Manabí le dictó un año de prisión por una denuncia realizada por el entonces director General del Consejo de la Judicatura, Andrés Peñaherrera, que hacía referencia a su actuación en los habeas corpus cuando su jurisdicción estaba suspendida.