El ataque de un perro de raza pitbull a una niña de 4 años en Guayaquil, cuyo video se viralizó el 27 de junio de 2025, ha causado conmoción en la ciudadanía. La escena, grabada por una cámara de seguridad, muestra cómo la menor fue mordida en plena vía pública. Al día siguiente, la Alcaldía informó que se inició un proceso de investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.
Según la ordenanza municipal de Guayaquil, los tutores están obligados a mantener a sus animales dentro de predios privados y son responsables por cualquier daño que sus mascotas causen a terceros. Las sanciones por este tipo de negligencia pueden incluir multas de hasta siete salarios básicos unificados y entre 100 y 300 horas de servicio comunitario. Además, el perro agresor será sometido a una evaluación comportamental por parte de un etólogo, cuyo costo debe asumir el tutor. El informe determinará si el animal puede seguir en custodia familiar sin representar riesgo para la comunidad.
En Quito, si una persona es víctima de un ataque similar, puede presentar una denuncia ante la Unidad de Bienestar Animal. Para hacerlo debe llenar un formulario en línea o físico, y adjuntar: datos personales, dirección o referencias del tutor del animal, fotografías o videos del ataque, relato de los hechos, lugar del incidente, copia de la cédula y facturas médicas si las hay. Los centros habilitados para presentar denuncias físicas son: Balcón de Servicios Bicentenario, Centro Los Chillos, Centro Quito Sur y Centro Calderón.
En el caso de comprobarse negligencia por parte del tutor del animal, este deberá cubrir todos los gastos médicos y materiales ocasionados. De no hacerlo, incurrirá en una infracción grave según el Código Municipal de Quito, sancionada con una multa equivalente a diez salarios básicos unificados, es decir, 4.700 dólares en 2025. Tener un animal de compañía es una responsabilidad que va más allá del afecto: implica control, educación y prevención para evitar daños a terceros.
