El caso de ‘Negrita’ ha causado conmoción en todo el país. La Unidad de Bienestar Animal (UBA) condenó la brutal agresión sexual sufrida por esta perrita comunitaria dentro del campus de la Universidad Central del Ecuador. Este hecho ha sido catalogado como un crimen contra la vida animal y ha generado una ola de indignación entre estudiantes, activistas y ciudadanía en general.
La Municipalidad de Quito participó activamente en el plantón organizado por estudiantes y reafirmó su política de tolerancia cero al maltrato animal. Desde el primer reporte, la UBA desplegó una atención integral: brindó asistencia veterinaria, activó los protocolos de protección animal y ha mantenido informada a la comunidad académica durante todo el proceso.
‘Negrita’, miembro de la Guardia Canina universitaria, ya se encuentra en recuperación. Exámenes clínicos descartaron lesiones internas graves, y una docente veterinaria decidió adoptarla, asegurándole un entorno estable y seguro. Mientras tanto, la investigación sigue su curso, con el objetivo de identificar y sancionar al responsable de este acto atroz.
Cabe señalar que, según el artículo 250 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), la zoofilia en Ecuador se sanciona con prisión de seis meses a un año. Si el animal muere, la pena aumenta a uno a tres años. Sin embargo, con la nueva reforma a la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LODA), los GADs ya no podrán sancionar este tipo de actos, lo que podría facilitar que atrocidades como esta queden impunes. La UBA y la ciudadanía exigen que no haya retrocesos en la defensa de los derechos de los animales.