El Ministerio de Educación confirmó que investiga una supuesta violación que se habría cometido en el Colegio Réplica 24 de Mayo, ubicado en el sur de Quito. Según la autoridad educativa, el sospechoso es un profesor de la institución, quien habría abusado de una de sus estudiantes.
En un comunicado enviado a través de sus redes sociales, el Ministerio indicó que tiene una política de cero tolerancias frente a situaciones de violencia que atenten contra los derechos de los miembros de la comunidad educativa, es por eso que el Distrito habilitó el debido proceso descrito en las Rutas y Protocolos de actuación frente a situaciones de violencia ocurridas o detectadas en el sistema educativo nacional.
La Junta Distrital de Resolución de conflictos, a fin de garantizar el interés superior de niños niñas y adolescentes, ha dispuesto, el acompañamiento del equipo DECE a la víctima, garantizar su derecho educativo y como medida de protección, se dispuso tareas administrativas a la persona denunciada, mientras dure el debido proceso de investigación.
En este sentido, la UNESCO realizó una investigación revelando la influencia que tiene la violencia escolar con la salud mental y el rendimiento en el aprendizaje. Según el estudio, la violencia escolar –incluidos el acoso, el ciberacoso y la violencia de género– tiene consecuencias graves y duraderas para la salud mental, el bienestar y la educación de niños y adolescentes.
Las experiencias en la escuela, como la violencia entre compañeros y el acoso, se asocian con la ansiedad, la depresión, los pensamientos y acciones suicidas y autolesiones. Los estudiantes que sufren o son testigos de violencia escolar tienen más probabilidades de faltar a clase, de obtener peores resultados e incluso de abandonar sus estudios.
En Ecuador se han registrado 21.046 casos de violencia sexual dentro del Sistema Nacional de Educación, así lo reveló un estudio realizado por tres organizaciones: ChildFund, Kindernothlife KNH y World Vision. Esta investigación se realizó entre 2017 y 2022 lo que evidencia un problema grave en el sistema educativo del país.
La UNESCO indica que los docentes necesitan urgentemente una formación previa y continúa adecuada que incluya contenidos sobre salud mental, protección y género e inclusión. Esta formación debe dejar espacio a los debates que abordan los prejuicios o la comprensión de los propios docentes, incluso a lo relativo a la violencia, la salud mental y las normas sociales y de género que impulsan la violencia, reconociendo que se trata de temas delicados y complejos.