En Ecuador, las personas que enfrentan trastornos emocionales como ansiedad, depresión o estrés postraumático pueden acceder a un recurso adicional para su bienestar: la certificación de mascota de apoyo emocional. A diferencia de los animales de asistencia, que requieren entrenamiento especializado, las mascotas de apoyo emocional no necesitan adiestramiento específico, ya que su función principal es brindar acompañamiento afectivo y estabilidad emocional.
Para obtener esta certificación, el primer paso es acudir a un psicólogo clínico, quien debe realizar un diagnóstico profesional que justifique el beneficio terapéutico que representa la compañía del animal. Este diagnóstico debe incluir un informe detallado del estado emocional del paciente y el rol que cumple la mascota en su proceso de recuperación. Con ese documento, se puede solicitar al Ministerio de Salud Pública del Ecuador la certificación oficial que acredita al animal como parte del tratamiento emocional.
Una vez obtenida la certificación, el dueño de la mascota puede acceder a ciertos beneficios, como el acompañamiento del animal en espacios públicos, lugares de trabajo o durante viajes en transporte, incluidos vuelos. Sin embargo, es importante cumplir con la normativa vigente, que puede requerir documentación específica según el espacio o la institución involucrada.
Este tipo de acompañamiento no reemplaza a un tratamiento psicológico formal, pero sí lo complementa. Casos como el de Lady Guisella Ramos en Loja, quien se graduó acompañada de su perrita Greta, oficialmente reconocida como apoyo emocional, reflejan el impacto positivo que puede tener una mascota en la vida de una persona. El proceso está disponible para quienes realmente lo necesiten y cuenten con el respaldo profesional adecuado.