Un nuevo proyecto de ley en Irak ha generado una fuerte preocupación, ya que busca reducir la edad mínima legal para contraer matrimonio a tan solo 9 años. Actualmente, la legislación iraquí permite el matrimonio a partir de los 15 años con aprobación judicial, pero esta reforma propuesta llevaría la situación a un extremo aún más alarmante. Este cambio perpetuaría la desigualdad y las injusticias, en un sistema ya marcado por la discriminación hacia las niñas y mujeres en el país.
Esta medida va en contra de los derechos humanos y pone en grave riesgo la vida y el bienestar de las niñas, al exponerlas a abusos físicos, psicológicos y emocionales. Además, las niñas que se casan a tan temprana edad enfrentan altos riesgos en su salud, especialmente ante los peligros de la maternidad, para la cual no están preparadas. Este tipo de prácticas limita sus posibilidades de desarrollo y bienestar, condenándolas a una vida de subordinación y vulnerabilidad.
En Irak, gran parte de las mujeres se casa antes de los 18 años, y esta cifra aumentaría considerablemente si se aprueba el proyecto de ley, que carece de garantías para proteger a las menores. Las consecuencias de legalizar el matrimonio infantil son irreversibles, ya que las niñas perderían su derecho a la educación y al trabajo, quedando atrapadas en relaciones que no eligieron y que limitan sus oportunidades de un futuro digno y autónomo.
Gracias a la labor de activistas, especialmente mujeres, este proyecto de ley ha enfrentado una fuerte oposición en Irak. Aunque la propuesta ya pasó una primera lectura, aún debe superar varias etapas antes de ser votada definitivamente. Sin embargo, persiste el temor de que, con la mayoría parlamentaria a favor, esta vez la reforma sea aprobada, pese a la firme resistencia que la población ha mostrado en ocasiones anteriores, como en 2014 y 2017, cuando intentos similares fueron bloqueados por la presión social.