Un hecho alarmante sacudió a la provincia de Manabí, cuando un cabo primero de la Policía Nacional fue detenido durante el operativo denominado ‘Embestida’. Este oficial en servicio activo está acusado de estar vinculado al reclutamiento y entrenamiento de menores de edad para actos delictivos como el sicariato, un delito que ha generado gran preocupación en la sociedad ecuatoriana.
La detención del agente se realizó en el cantón Jipijapa, donde miembros de la misma institución policial ingresaron a su vivienda y procedieron a neutralizarlo siguiendo el protocolo establecido. Las imágenes de su captura, que muestran a un miembro activo siendo reducido por sus propios compañeros, han impactado a la comunidad, que exige justicia ante estos actos que traicionan la misión de la Policía Nacional.
El acusado fue presentado ante la justicia el 12 de diciembre y se dictaron 90 días de prisión preventiva en su contra. Durante la audiencia, el cabo primero fue procesado bajo el cargo de trata de personas con fines de reclutamiento forzoso, ya sea para conflictos armados o para la ejecución de delitos graves como el sicariato. Este caso revela una preocupante infiltración de la delincuencia organizada en sectores clave de la seguridad pública.
La situación genera un llamado de atención urgente para las autoridades nacionales, quienes deben reforzar los controles internos en las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía. Asimismo, se hace imperante desarrollar políticas de prevención para evitar que más menores sean víctimas de estas redes delictivas, buscando cortar de raíz la creciente ola de criminalidad que afecta al país.
