En un operativo conjunto entre la Policía Nacional, los agentes metropolitanos de Quito y la Agencia Metropolitana de Control, se logró el rescate de 4 perritos y 4 gatitos en condiciones de vulnerabilidad. Los animales estaban escondidos dentro de costales, en medio del comercio informal que aún persiste en algunos mercados de la ciudad.
Durante los recorridos, las autoridades identificaron que los vendedores informales operan en distintos horarios, lo que ha llevado a intensificar los controles para evitar la comercialización ilegal de animales, una práctica que vulnera gravemente los derechos de los seres sintientes.
Desde la Unidad de Bienestar Animal de Quito se recuerda a la ciudadanía que vender animales en espacios públicos es una infracción muy grave y está sancionada con una multa de hasta 10 salarios básicos unificados. Además, perpetúa el abandono, la explotación y el maltrato animal.
“La vida no se vende”, reitera la institución. Cada operativo no solo busca sancionar, sino también crear conciencia ciudadana sobre la importancia de respetar la vida animal y fomentar la adopción responsable.