Una madre pitbull permanecía encadenada y sin libertad, mientras sus cachorros crecían en un espacio reducido, entre heces y sin las condiciones mínimas para sobrevivir dignamente. Gracias a la intervención del equipo de la Unidad de Bienestar Animal de Quito, esta familia pudo ser rescatada de una situación de abandono y maltrato.
Tras el rescate, los cachorros fueron puestos bajo cuidado y atención especializada. Hoy están preparados para iniciar una nueva etapa en hogares responsables donde reciban el amor y los cuidados que necesitan. El proceso de adopción está disponible para quienes deseen brindarles una segunda oportunidad de vida.
La UBA recuerda que adoptar un peludo es un compromiso serio que requiere tiempo, espacio, recursos y cariño durante 10 a 20 años. Por ello, quienes decidan abrir las puertas de su hogar deben estar seguros de poder ofrecer condiciones adecuadas para el bienestar del animal.
Las multas por mala tenencia de animales de compañía puedes llegar hasta los 4.700 dólares.