Patch no es un perrito cualquiera. Después de meses de entrenamiento, paciencia y mucho cariño, hoy está listo para convertirse en el compañero especial de los niños que visitan Parque Dental, un centro odontológico infantil en Quito. Su misión es sencilla, pero poderosa: acompañar, dar confianza y transformar la experiencia de una cita odontológica en un momento más tranquilo y positivo.
Durante las consultas, Patch se acuesta junto a los pequeños pacientes, ofreciéndoles seguridad con su sola presencia. Su ternura y calma ayudan a que los niños enfrenten el miedo al sillón dental de otra manera: con una compañía que les transmite confianza, afecto y serenidad.
Esta iniciativa no es nueva. Nació gracias a Aldo, el primer perrito que acompañaba a los niños en Parque Dental. Aldo dejó una huella imborrable en cada sonrisa que ayudó a cuidar y, aunque ya no está, su espíritu sigue vivo en este proyecto tan especial.
Hoy, Patch toma la posta con el mismo propósito: estar al lado de cada niño, contener sus emociones y hacer de cada cita dental una experiencia positiva. En Parque Dental, la odontología infantil se vive con empatía, calidez y un amigo de cuatro patas que acompaña cada sonrisa.