En el Ecuador, más de 850 pacientes con hemofilia dependen de un tratamiento continuo para poder vivir con estabilidad y dignidad, según información brindada por Javier Córdova, Presidente de la Fundación Hemofílica Ecuatoriana. Sin embargo, hoy enfrentan una preocupación urgente: el riesgo de desabastecimiento de medicamentos y la posibilidad de que se cambien los tratamientos que han demostrado ser eficaces durante años, sin garantías clínicas claras de que los nuevos sean iguales o mejores.
La Fundación de Hemofílicos del Ecuador (Fundhec), presidida por Javier Córdova, ha enviado solicitudes formales al Ministerio de Salud para alertar sobre esta situación. Las respuestas recibidas hasta ahora solo confirman que el tema se encuentra en proceso, mientras que los pacientes siguen en incertidumbre. Ante esta situación, Córdova mencionó “Lo que pedimos es que respeten a los pacientes y mantengan la medicación que ha dado buenos resultados. No se trata de imponer, se trata de sobrevivir”.
El llamado de Fundhec es claro: no repetir errores del pasado, cuando los hospitales entregaban medicación apenas para quince días, obligando a los pacientes a racionar dosis y comprometiendo su salud. La organización insiste en que antes de hablar de intercambiabilidad, se debe contar con respaldo técnico, garantizar la continuidad de los tratamientos y, sobre todo, actuar con rapidez para que la burocracia no ponga en riesgo vidas.
Finalmente, buscamos una respuesta directa del Ministerio de Salud. Enviamos un correo solicitando información y la contestación fue breve: “Por medio del presente nos permitimos confirmar recepción de pedido de información e informar que se encuentran con las áreas técnicas correspondientes”, no recibimos ninguna otra repuesta hasta el cierre de esta nota.
Para los pacientes, esta espera prolongada es más que un trámite administrativo: es la diferencia entre mantener su calidad de vida o volver a una etapa de desabastecimiento y complicaciones graves.


