Comité de Derechos Humanos de la ONU ha emitido un contundente dictamen en el caso de Norma, una niña ecuatoriana de 13 años que quedó embarazada tras ser violada por su padre. Según el informe, el Estado ecuatoriano vulneró el derecho de Norma a vivir con dignidad al forzarla a llevar a término un embarazo producto de incesto, debido a las barreras existentes para acceder al aborto terapéutico. La situación refleja una grave omisión estatal en la protección de niñas víctimas de violencia sexual.
Norma, cuyo nombre fue cambiado para proteger su identidad, enfrentó múltiples violaciones a sus derechos humanos. A pesar de denuncias previas contra el agresor, conocido por haber atacado a otras niñas de la familia, las autoridades no tomaron medidas adecuadas para detenerlo. Como resultado, Norma no solo tuvo que dar a luz, sino que, sin información clara sobre opciones como la adopción, se vio obligada a criar al hijo en condiciones de pobreza y sin acceso a educación.
El Comité de la ONU concluyó que tanto Ecuador como Nicaragua han violado el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que prohíbe la tortura y los tratos crueles. Hélène Tigroudja, miembro del comité, calificó como “un acto equivalente a tortura” el hecho de forzar a niñas violadas a continuar con embarazos no deseados. Además, destacó el sufrimiento emocional y financiero que esto conlleva para las víctimas y sus familias.
La ONU instó a ambos países a implementar medidas urgentes que garanticen el acceso efectivo al aborto, así como a fortalecer la educación sexual y reproductiva. El comité también subrayó la importancia de combatir la violencia sexual desde un enfoque integral, protegiendo a las niñas y garantizando justicia para las víctimas.
