En un paso clave por el bienestar animal, Noruega ha prohibido definitivamente las granjas de pieles en su territorio. Aunque la decisión fue tomada en 2018 bajo el gobierno de Erna Solberg, su aplicación efectiva ocurrió en febrero de 2025. Este país, que en los años 50 y 60 fue uno de los principales productores de pieles de animales, cierra así 200 granjas peleteras. Con esta medida, se suma a naciones como el Reino Unido y los Países Bajos, que ya habían prohibido esta práctica.
Las especies más criadas en estas granjas eran el zorro y el visón, animales cuya piel ha sido históricamente apreciada en la industria de la moda y el lujo. En su apogeo, Noruega fue el mayor productor mundial de pieles de zorro, con casi 20.000 granjas en 1939. Sin embargo, el aumento de conciencia sobre el bienestar animal ha impulsado el declive de esta industria. Desde 2015, el uso de pieles de animales se redujo en un 85%, según Fur Free Alliance.
Pese a la prohibición, el gobierno noruego ha anunciado compensaciones para los afectados, aunque no ha aclarado los detalles. La industria peletera, con una larga tradición en Escandinavia, enfrenta un desafío en la región. Dinamarca sigue liderando la producción mundial de pieles de visón con el 35% del mercado. Sin embargo, la demanda ha disminuido en Europa, aunque en países como China y Rusia se mantiene activa.
La industria peletera ha sido cuestionada por sus prácticas, como el escándalo de los “zorros monstruo” en Finlandia en 2024. En este caso, se sobre alimentó a los animales para obtener más piel, generando indignación mundial. Con el cierre de estas granjas, Noruega refuerza su compromiso con el bienestar animal y se suma a la tendencia global de eliminar la explotación de animales para la moda.
