Fuertes manifestaciones que se convirtieron en enfrentamientos entre el pueblo colombiano y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) o la Policía Nacional, estallaron el 28 de abril de abril de 2021. La reforma tributaria que fija el cobro de impuestos, presentada por el gobierno colombiano, marcó el inicio de las protestas sociales.
Ha pasado más de un mes desde que esta propuesta de reforma fue eliminada; sin embargo, el paro nacional no cesa y la muerte de decenas de personas, así como su desaparición en el contexto de las manifestaciones alarma al mundo.
“Hace siete años me dedico a contar lo que pasa en las calles, sobre todo en las manifestaciones, y el disparar una cámara es parte también de resistir…” asegura Carolina Ramírez, una fotógrafa colombiana de 21 años que ha documentado las manifestaciones en Bogotá desde el 2019.
“Yo salgo como fotógrafa (…) pero también me duele como hay más muertes cada día, más compañeras violadas y más compañeras asesinadas”, explica Ramírez tras su reciente participación en las manifestaciones de los pueblos indígenas.
Una de ellas es la comunidad Misak, proveniente del centro-oriente del Departamento del Cauca, que el pasado domingo 6 de junio también tuvo enfrentamientos con la policía al impedirse su movilización para recibir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). “Hoy la fuerza pública nos ha secuestrado en la Av. 26 que comunica al aeropuerto El Dorado, colocando un centenar de efectivos a los costados [de la vía], violando nuestro derecho a la libre movilización”, alegan las autoridades Misak.
Por su parte, el Secretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, acusó al pueblo Misak de bloquear la vía a una ambulancia y manifestó mediante su cuenta de Twitter que “si desean realizar un acto de recibimiento a la CIDH, pueden hacerlo frente al Hotel Tequendama, no bloqueando vías.” A pesar de estos disturbios, ayer, la Defensoría del Pueblo se reunió y le entregó un reporte a la CIDH que aborda la situación de derechos humanos en Colombia.
La estratificación de las protestas
Bogotá está dividida por estratos, en donde los estratos 1, 2 y 3 corresponden a zonas poblacionales de bajos recursos que son beneficiarios de subsidios en los servicios públicos domiciliarios. Por el contrario, los estratos 4, 5 y 6 pertenecen a zonas denominadas correspondientemente como clase “Media, Media-Alta y Alta”.
“Las manifestaciones son muy clasistas. Es diferente dependiendo del estrato en donde estás porque saben que si matan a alguien de un estrato alto, puede que sea el hijo del congresista; mientras que si matan a alguien de estrato bajo, puede que sea el hijo de la empleada de servicio y entonces no les importa [a las fuerzas de orden público]…” afirma a este medio una de las participantes de las protestas a quién, por proteger su identidad, llamaremos Selena.
Las negociaciones
Son 41 días de levantamiento en las calles, bloque de vías, manifestaciones de arte e incertidumbre en el país cafetero. Por su lado, la Organización de Naciones Unidas en Colombia (ONU) ha manifestado su positivismo ante la posibilidad de mesas de negociación entre el Gobierno Nacional y el Comité del Paro (CUT).
“Se han presentado avances en la mesa. Se han retomado las discusiones sobre las garantías para la protesta que estaban en ese estado de preacuerdo anteriormente”, aseguró Carlos Tuiz Massieu en una entrevista a RCN Radio, representante del secretario general de la ONU.
A pesar de que los representantes de ambas entidades han manifestado su voluntad de diálogo, los intentos de negociación y acuerdos al respecto no han sido totalmente exitosos hasta el momento.