La persistencia de las brechas de género y su impacto en el empoderamiento de las mujeres, es una constante que se registra en el Ecuador, esto a pesar de que el país forma parte de las Naciones Unidas, órgano internacional que exige que los Estados miembros cumplan los compromisos internacionales, regionales y nacionales para la consecución de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
El cumplimiento de la Agenda 2030 y los correspondientes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) exige que los Estados miembros de las Naciones Unidas renueven sus esfuerzos para medir los progresos económicos, sociales y ambientales con arreglo a la Agenda Global, desde una perspectiva de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.
La abogada Ana Elena Badilla, representante de ONU Mujeres Ecuador, reveló un dato alarmante, pues según el Foro Económico Mundial, para alcanzar la igualdad de género en todo el mundo, se requieren alrededor de 200 años. La pandemia del covid-19 provocó que el cálculo aumentara pues antes de ella se estimaban 100 años para alcanzar esta igualdad.
De acuerdo al estudio de ONU Mujeres, en el Ecuador existe una brecha de género en cinco ámbitos específicos: en el ámbito económico, específicamente en el aspecto salarial; en el ámbito educativo; en el ámbito deportivos; en el político y en la violencia de género, esta última, que se ha convertido en una problemática crítica en los últimos años en el país.
Ana Elena indica, que según las cifras, en los últimos 30 años, la brecha salarial entre hombres y mujeres es de 18 puntos, es decir, las mujeres ganan entre el 18 o 20% menos que los hombres, en cargos iguales o similares. Se destaca que los hombres asalariados suman el 53%, mientras que las mujeres representan solo el 37%.
Una de las dimensiones más preocupantes de la desigualdad de género es el de la educación, puesto que, según Badilla, uno de los desafíos que se debe enfrentar es lograr la permanencia de las niñas en la escuela, porque muchas se ven obligadas a abandonar los estudios por casos como embarazos, acoso sexual, violencia de género. No obstante, en promedio, el ingreso laboral no refleja esta igualdad general de escolaridad, presentando incluso brechas importantes en los niveles más altos de educación, en donde hay mayor tasa de matrícula de las mujeres.
El estudio de ONU Mujeres en Ecuador también indicó que en Ecuador 30,3% de las mujeres practican deporte usualmente, en comparación al 54,1% de los hombres. Evidenciando una brecha significativa entre los hombres y las mujeres. Esto guarda relación con los estereotipos de género asociados al mundo del deporte que limitan el acceso en igualdad de condiciones.
En el contexto electoral en el que actualmente vive el país, el ámbito político es uno de los espacios donde mayor desigualdad existe. Si embargo, Ana Elena destaca la decisión del Tribunal Contenciosos Electoral (TCE), que dispuso que estas elecciones anticipadas cuenten con la paridad de género. A su criterio eso significa un paso importante hacia la igualdad de género en el país.
La violencia contra las mujeres se ejerce de diferentes formas (física, sexual, psicológica, patrimonial, entre otras) y en distintas modalidades (doméstica, institucional, laboral, etc.). Es una experiencia generalizada en todo el mundo con graves consecuencias para la salud pública. Constituye una forma de discriminación y una violación a los derechos humanos, causa enormes perjuicios a la sociedad, sufrimiento a las familias e impide la realización personal y el desarrollo de capacidades de las mujeres.
A pesar de eso, en Ecuador existen importantes avances normativos y de política pública emprendidos por el Estado para eliminar las brechas de género, la violencia y la discriminación contra las mujeres en el país. Sin embargo, los datos muestran una persistente situación de desigualdad de las mujeres frente a los hombres en todas las esferas de la vida, que se ve agravada por el impacto de la crisis sanitaria a causa del COVID-19.