La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que la vacunación contra el VPH en adolescentes puede prevenir cerca del 70% de los casos de cáncer cervicouterino, un cáncer que en 2022 diagnosticó a más de 78 000 mujeres y causó más de 40 000 muertes en la Región de las Américas. Estas cifras muestran un problema real que afecta a miles de mujeres, pero también recuerdan que es una enfermedad que se puede prevenir si se aplican las estrategias recomendadas por las organizaciones de salud. Según la OPS, las tasas de mortalidad son tres veces más altas en América Latina y el Caribe que en Norteamérica, lo que evidencia la urgencia de actuar.
La OPS y la OMS coinciden en que existen vacunas seguras y eficaces, tamizajes de alto rendimiento como el test de ADN del VPH y tratamientos oportunos para las lesiones precancerosas. La OMS, por ejemplo, propone metas para 2030: 90% de niñas vacunadas a los 15 años, 70% de mujeres tamizadas a los 35 y 45 años y 90% de tratamiento para lesiones precancerosas y cáncer invasor. Todo esto demuestra que hay herramientas reales y disponibles para evitar que más mujeres sufran o mueran por esta enfermedad.
En Ecuador, la vacuna contra el VPH está incluida en el esquema básico de vacunación y se administra en dos dosis. Según información del Ministerio de Salud y de la OPS, se aplica en escuelas públicas y privadas a niñas de 9, 10 y 11 años, y también está disponible en centros de salud para atención gratuita. Manuel Peña, representante de la OPS, indica que esta vacuna tiene una eficacia mayor al 95%, es altamente segura y no afecta la sexualidad ni la fecundidad de las personas vacunadas.
Cuando recordamos que en Ecuador murieron 664 mujeres en 2012 por cáncer de cuello uterino, y que la incidencia fue de 15,8 casos por cada 100 000 habitantes en 2013, según Solca–Quito, entendemos que la prevención no es solo una opción: es una oportunidad que salva vidas. La información proporcionada por la OPS y otras organizaciones deja claro que la vacunación, el tamizaje y el tratamiento oportuno pueden cambiar esta realidad. Prevenir es posible, está al alcance y es una responsabilidad colectiva.


