La deserción escolar va en aumento en el país, puesto que, las cifras que maneja el Ministerio de Educación demuestran que durante el año lectivo 2023-2024, cerca de 64.024 estudiantes en ocho provincias de la Costa y Galápagos no se matricularon durante ese periodo escolar en comparación al ciclo académico 2022-2023.
Estas cifras de la cartera de Estado demuestran que cada vez más niños, niñas y adolescentes dejan las aulas. En el régimen Sierra y Amazonía tampoco se matricularon 38.238 estudiantes durante el inicio del año escolar 2023-2024. En este último ciclo solo se matricularon 1.780.368 estudiantes, evidenciando una caída en las estadísticas.
A pesar de que el Ministerio de Educación ha precisado que no registra casos en los que niños han abandonado sus escuelas para pertenecer a bandas delictivas, la realidad indica que muchos niños, niñas y adolescentes han sido atrapados por los tentáculos de las bandas criminales debido a que son vistos como “carde cañón” u objetos desechables.
Grace Vásquez, especialista de protección e incidencia de ChindFund sostuvo que 1 de cada 5 adolescentes urbanos entre 15 y 17 años afirma conocer a pares que están involucrados con bandas o pandillas. El estudio denominado Ecuador: niñez y adolescencia 360, y que fue realizado por ChildFund, Kindernothlife KNH y World Vision también indicó que cerca de 230 mil niños, niñas y adolescentes están en trabajo infantil, lo que expone aún más a este grupo ante los ojos de la delincuencia organizada.
Otro de los factores por los que existe deserción escolar en el país son los casos de violencia sexual registrados en el sistema educativo. En Ecuador se han registrado 21.046 casos de violencia sexual dentro del Sistema Nacional de Educación, así lo indicó Juan Francisco Oña, especialista de incidencias y políticas públicas de World Vision Ecuador.
Por su parte la expresidenta del Ecuador, Rosalía Arteaga, indicó en exclusiva a Tu Voz Tv que, esta problemática también debe ser analizada desde el ámbito familiar, debido a que la pobreza es una de las causas que empujan a que los estudiantes dejen sus estudios para trabajar con sus padres.