Las fuertes lluvias que han azotado Ecuador desde inicios de 2025 han dejado hasta ahora 13.720 personas afectadas, según el último informe de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos. En pocos días, la cifra casi se duplicó debido a los desbordamientos de ríos y las inundaciones en varias provincias, principalmente en la Costa y Sierra. La emergencia ha generado evacuaciones, pérdidas materiales y bloqueos de vías, complicando aún más la situación de las comunidades afectadas.
En la provincia del Guayas, el recinto Corona, en el cantón Palestina, lleva dos semanas aislado por el desbordamiento del río, dejando a 500 personas incomunicadas. La única forma de llegar es por aire o en canoas, lo que ha provocado accidentes y ha puesto en riesgo la vida de los habitantes. La mayoría de ellos se dedica a la agricultura y han perdido sus cosechas de arroz, sumiéndolos en una grave crisis económica. La Fuerza Aérea Ecuatoriana ha realizado operativos para llevar alimentos y ropa a las familias afectadas.
En Loja, el COE cantonal declaró la emergencia debido a los deslizamientos e inundaciones que han afectado varias parroquias. La vía principal de la ciudad, que conecta con Malacatos, Vilcabamba y Zamora Chinchipe, está cerrada desde hace cuatro días, obligando a los habitantes a tomar rutas alternas y hacer transbordos. En Vilcabamba, el desbordamiento del río Chamba dejó viviendas inundadas y 12 hectáreas de cultivos destruidos. Mientras tanto, en Quinara, las quebradas arrastraron material pétreo que dañó viviendas y dejó a cinco más en riesgo.
Las autoridades continúan con labores de monitoreo y asistencia, pero la situación sigue siendo crítica. El impacto en la economía y en la calidad de vida de los afectados es evidente, con familias que han perdido todo y ahora buscan ayuda para reconstruir sus hogares. Mientras tanto, la comunidad se ha organizado para enfrentar la emergencia, mostrando una gran solidaridad en medio de la adversidad.