Ante la ola de violencia y delincuencia que vive la ciudad de Guayaquil, el viceministro del Interior, Max Campos, lideró junto al gobernador de Guayas, Pablo Arosemena y autoridades locales, la Mesa Técnica de Seguridad. Allí se analizó la estrategia emergente para tratar la seguridad pública de la ciudad.
En la reunión se resolvió conformar ocho submesas para trabajar en la contención inmediata de la violencia en la urbe. Para ello se trabajar en diferentes aristas, como: la prevención, donde se trabajará en la recuperación de los espacios públicos, iluminación y fomento en el trabajo para los jóvenes de entre los 16 y 31 años, que son los más afectados por la violencia.
Asimismo, se fortalecerá el trabajo de la Policía Nacional con el apoyo de más instituciones del Estado para la disuasión y control de la violencia. Para ello, 1.100 policías y más de 500 militares se han trasladado a Guayaquil, para realizar controles en los puntos más críticos de la ciudad.
Otro punto será la investigación. “Hay que fortalecer la investigación con inteligencia y con todos los medios necesarios, para terminar con las economías criminales”, mencionó el viceministro.
Sobre el control de armas, Campos recalcó que se busca saber de dónde proceden, quién las proporciona, al igual que las municiones, por dónde ingresan y hacia dónde van.