La Fundación Lucky, que actualmente acoge a 900 animales rescatados, enfrenta una situación crítica. El pasado 21 de julio de 2025, una fuerte ráfaga de viento arrasó con los techos de sus perreras, dejando a cientos de perros sin su espacio seguro. Esta organización, reconocida por brindar refugio, alimento y cuidado a animales abandonados, ahora lucha por reconstruir los espacios donde sus “pequeños” podían sentirse protegidos y tranquilos.
«Un torbellino, con sus fuertes vientos, se llevó techos, arrastró zinc y derrumbó varias perreras», publicó la fundación en sus redes sociales. La imagen es devastadora: muchos perros buscan entre los escombros un rincón que les brinde algo de seguridad. Para animales que ya vivieron el abandono o el maltrato, perder nuevamente un espacio seguro representa un golpe emocional profundo.
Ante esta emergencia, la Fundación Lucky ha hecho un llamado urgente a la solidaridad ciudadana. Se necesita la colaboración de la comunidad para reconstruir las estructuras dañadas y devolverle a los animales un espacio digno donde dormir. No se trata solo de materiales, sino de devolverle la tranquilidad a seres que ya han sufrido demasiado.
Las donaciones pueden incluir: láminas de zinc, palos de seis y tres metros, malla, madera tipo triplex, cañas planas, clavos de techo de varios tamaños, alambre, madera, palets y plástico. Cada aporte, por pequeño que parezca, será vital para que estos animales vuelvan a tener un lugar cálido y seguro. Fundación Lucky necesita de todos para seguir siendo ese hogar que tantos animales han encontrado.
