Fernanda Vásconez, ex futbolista ecuatoriana y referente del fútbol femenino, ha sido seleccionada por el Departamento de Estado de los Estados Unidos como una de las 14 mujeres del mundo que participarán en el Global Sports Mentoring Program (GSP), el programa más prestigioso de liderazgo deportivo a nivel internacional. Durante cinco semanas, Fernanda recorrerá entre ocho y diez ciudades de Estados Unidos, conociendo de cerca cómo se organiza y se gestiona la industria del fútbol femenino en ese país. Su mentora será nada menos que Julie Erman, cofundadora del Angel City FC junto a Serena Williams y Natalie Portman, club que pasó de una inversión inicial de 6 millones de dólares en 2020 a ser vendido en 2024 por 250 millones.
El impacto de este programa va más allá del deporte. Fernanda destaca que cada evento deportivo activa toda una cadena económica: transporte, hoteles, restaurantes, turismo, servicios médicos y más. Esto significa ingresos, generación de empleo y recaudación de impuestos que luego se transforman en salud, educación e inversión social. El fútbol femenino no solo es una pasión, sino también una oportunidad de desarrollo económico para países como Ecuador.
A nivel personal, Fernanda vivirá la experiencia de aprender de grandes dirigentes, conocer de cerca a futbolistas de talla mundial como Alex Morgan y fortalecer un proyecto que presentará al finalizar la mentoría. Si su propuesta resulta seleccionada, recibirá apoyo económico y acompañamiento de su mentora durante un año para implementarlo en Ecuador, lo que puede marcar un antes y un después en el desarrollo de este deporte en el país.
Pero el verdadero valor de este reconocimiento radica en lo que significa para el Ecuador y para toda Sudamérica: demostrar que las mujeres ecuatorianas pueden competir y brillar en escenarios internacionales. Fernanda se convierte en símbolo de inspiración para niñas y jóvenes que sueñan con ser futbolistas, dirigentes o emprendedoras dentro de la industria deportiva. Su participación en este programa envía un mensaje poderoso: sí se puede, y Ecuador está presente en el mapa del fútbol femenino global.