Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal convocó a un plantón para vigilar la audiencia de juzgamiento de Germán Cáceres y Alfonso C., por el presunto delito de femicidio, de su hija. Así lo indicó la madre de la abogada durante la rueda de prensa que se desarrolló, la tarde de este viernes en la Casa de la Cultura, en el centro de Quito.
Representantes del grupo contra la violencia de la mujer, madres de víctimas de femicidio y Elizabeth Otavalo convocaron a un plantón a nivel nacional para este lunes 15, martes 16, y miércoles 17 de mayo, para el inicio de las audiencias de juzgamiento en contra de Germán Cáceres y Alfonso C., vinculados por el presunto delito de femicidio de la abogada.
La convocatoria es para las 07:30 de este lunes en los exteriores del Complejo Judicial Norte, ubicado en el sector de Iñaquito, norte de Quito. Otavalo explicó que las madres y familiares de víctimas de femicidios se han unido, antes del Dia de la Madre para decirles a las autoridades “Ya Basta”, de la falta de apoyo dentro de los procesos judiciales que se mantienen después de los delitos cometidos, pues a su juicio, las familias de las víctimas, no tienen el apoyo de las instituciones del Estado.
Agregó que lo que esperan de la resolución del proceso judicial es que los procesados obtengan la máxima pena con agravantes del delito de femicidio, con una sentencia de 34 años y 8 meses de cárcel.
Cáceres señalado como autor del delito, confesó de la muerte de su esposa, por tal razón se encuentra detenido en la cárcel cuatro, al norte de la capital. Por su parte, el teniente Alfonso C., cumple con presentación diaria en una oficina fiscal y tiene prohibición de salida del país.
Otavalo también ha pedido como reparación integral que la escuela de la policía tome el nombre de su hija, y también que se construya un busto que informe que en dicho lugar se cometió el delito por parte de un oficial de la Policía.
La abogada María Belén Bernal desapareció el 11 de septiembre del 2022 en las instalaciones de la Escuela Superior de la Policía Alberto Enríquez Gallo, en Pusuquí, y el cuerpo sin vida fue encontrado diez días después, en el cerro Casitagua, a unos cuatro kilómetros de distancia de la escuela de formación policial.