Camila Muñoz
El derecho a nivel internacional de los derechos humanos establece obligaciones que los Estados deben respetar y cumplir. Al convertirse en miembros del tratado mundial, los Estados asumen obligaciones y deberes, en beneficio del derecho universal, de respetar, defender y hacer efectivos los derechos humanos. La obligación de respetarlos presupone que los Gobiernos deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de restringirlos.
A pesar de los avances significativos en las últimas décadas, la suscripción y ratificación de tratados internacionales de derechos humanos y el establecimiento de organismos internacionales de protección tiene que conocerse, desarrollarse y adaptarse aún más a las condiciones sociales y políticas del país. Este fue el enfoque de varios de los expositores que participaron en el Seminario Internacional sobre Protección Internacional de Derechos Humanos organizado por la Universidad UTE, a través de su Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
Por su parte, el presidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, manifestó que el mundo de los derechos humanos impacta como el corazón jurídico hacia todas las ramas de derecho, no puede haber civilista que no comprenda los derechos humanos, menos aún un penalista, tributarista o administrativista.
Además, indicó que se debe dejar de pensar en que existen dos formas de ver los derechos humanos, la nacional (Constitución del Ecuador) y la internacional (Tratados Internacionales). Es decir, no debe existir una división de los derechos humanos, pues son uno mismo.
Para el rector de la Universidad UTE, Ricardo Hidalgo Ottolenghi, “no deja de existir resistencia de los estados, frente a la obligación de cumplir con las decisiones de los órganos internacionales de Derechos Humanos, bajo el argumento de la soberanía o de la extralimitación en las competencias de los mencionados organismos que, en muchas ocasiones, únicamente enmascara la falta de compromiso con los Derechos Humanos o el doble rasero frente a casos de alta sensibilidad política”.
En varios países, los gobiernos de turno deciden si respetan o no los derechos humanos, esto se ha convertido en una opción para cada uno. Sin embargo, Víctor Rodríguez Rescia, presidente del Center for Civil and Political Rights (Ginebra) y exmiembro del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, mencionó que es necesario que se despolitice los derechos humanos y los tratados internacionales.
Según Silvia Serrano Guzmán, codirectora de la Iniciativa Salud y Derechos Humanos de la Universidad de Georgetown, enfatizó que no es necesario que los casos que se llevan a la Corte Interamericana de Derechos Humanos sean repetitivos, pues con tan pocos recursos que tiene para resolver la alta demanda, todavía tenga que estar conociendo los mismo casos, en el Ecuador sobresalen con frecuencia el caso de los jueces destituidos de las altas cortes del Ecuador, así mismo, el caso de ejecuciones extrajudiciales de abuso policial llegue a la CIDH.
Así mismo, Fabián Omar Salvioli, relator especial de Naciones Unidas sobre la promoción de la verdad, la justicia, las reparaciones y las garantías de no repetición, indicó el valor jurídico que deben tener las declaraciones de las organizaciones internacionales sobre temas de derechos humanos, pues deben constar en los sistemas de defensa tanto globales como internacionales. Esto es necesario para relacionar las necesidades de la población con el Estado, de esta manera se entiende que el colectivo y el pueblo siempre será lo más importante del Derecho Internacional.
En el debate, organizado por la Universidad UTE, en el que contaron con la participación de juristas ecuatorianos: Ramiro Ávila Santamaría (ex juez de la Corte Constitucional de Ecuador), María de Lourdes Miranda (coordinadora de la Maestría en Derechos Humanos, Interculturalidad y Género de la Universidad UTE), Adriana Orocú Chavarría, (presidenta de la Federación Latinoamericana de Jueces) y Danilo Caicedo (director de la Escuela de la Función Judicial), se analizó la situación jurídica interna, en donde explicaron cómo los ordenamientos jurídicos nacionales, en particular el de Ecuador y otros de la región inciden en la norma; cual es el método de aceptación en la elección de instancias en todo el mundo, para la defensa de los derechos humanos y su impacto en las garantías de los derechos.
Ecuador forma parte de la gran mayoría de tratados del Derecho Internacional, sin embargo, después de pertenecer a estos tratados y haberse sometido voluntariamente a cumplir con estas obligaciones, se instauró el derecho universal de los derechos, en donde se incorporan al ordenamiento jurídico interno hasta el punto de que las normas de los tratados y otras herramientas de derechos humanos forman parte del bloque constitucional y gozan de una jerarquía normativa privilegiada, que permite la aplicación directa de sus reglas, de esta manera se garantiza su cumplimiento.
