Cada uno de estos gatitos ha pasado por momentos difíciles, pero hoy están preparados para comenzar una nueva etapa llena de tranquilidad, amor y un hogar donde recibir el cariño que siempre merecieron. Adoptar no solo transforma su historia, también puede llenar tu vida de compañía, ternura y nuevas razones para sonreír.
Electra, con un año y medio, es una gatita que aprendió a ser fuerte en la calle, pero nunca perdió su dulzura. Le encantan las caricias y, una vez que confía en ti, se convierte en una compañera inseparable. Su corazón noble está listo para encontrar por fin un lugar seguro.
Esmeralda, de dos años, disfruta los espacios altos y los momentos tranquilos. Si te gustan los gatos fieles que siempre buscan estar cerquita, ella es la ideal. Dulce y serena, será la compañera perfecta para acompañarte en tus días y llenarte de amor silencioso.
Onyx, con cinco meses, es un pequeño aventurero que se lleva bien con otros gatos. Aunque aún es tímido, con paciencia —y un poco de su amado atún— te regalará su confianza. Calita, de siete meses, es juguetona y curiosa; ama explorar y llenar de alegría cualquier espacio. Dos gatitos distintos, pero ambos esperando una familia que los adopte con el corazón.