Cuando se trata de consentir a su peludito los tutores no escatiman en gastos y esfuerzos con tal de mantenerlos felices y contentos. Uno de los inconvenientes que por lo general tienen los tutores es saber cómo relajar a tu perrito, pues en muchas ocasiones los caninos son muy nerviosos y se debe saber cómo calmarlos.
Por lo general, los canes pueden presentar momentos de inquietud y nerviosismo según la situación que están viviendo. Además, cada peludito es un mundo y todos cuentan con una personalidad única. Existen razas que parecen no cansarse nunca, perros realmente nerviosos e inquietos cuya actitud puede influir negativamente en la convivencia del hogar en ciertas situaciones.
Consejos para relajar a tu peludito
- Olfatear: Todos los perros necesitan un mínimo de actividad física y tiempo para compartir con sus seres queridos al aire libre. Es importante que durante los paseos diarios los tutores permitan a sus peluditos olfatear y también realizar juegos interactivos en casa.
- Escuchar: Varios estudios han demostrado el poder que ejerce la música para calmar ciertos estados de ánimo de las personas, y esta terapia también se puede aplicar para relajar a un perrito. Intenta probar con algunas melodías suaves y relajantes y comprueba cuál es de mayor agrado para tu peludo.
- Lamer: Otras de las actividades que permiten relajar a tu peludito puede ser hacerlo lamer helados hechos específicamente para los perritos y también comida de superficies con textura. Esto permitirá que tu peludito se relaje y así controlarlo en caso de que sea un peludito muy nervioso.
- Masticar: La masticación tiene un efecto liberador de estrés y frustración. Al masticar, el cerebro del perro segrega neurotransmisores como los llamados el cuarteto de la felicidad, conformado por endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina. Dodos ellos, apoyan una buena salud mental.
Se recuerda a los tutores que el Código Municipal contiene una serie de infracciones en caso de no cuidar bien a un animal de compañía. Las infracciones leves, que engloban infracciones como: que tu animal de compañía no tenga collar; no recoger sus excrementos; no cumplir con sus vacunas. Las graves contemplan: incumplir con la esterilización de animales de compañía; causar molestias a los vecinos por ruidos o malos olores; entre otros. Y los muy graves que tienen: abandonar animales en espacios públicos; encadenar o atar animales; causar la muerte de animales de compañía.