Por Johanna Cañizares, enviada especial a Chengdu
En el marco de la Segunda Conferencia de Intercambio Científico y Tecnológico de la Franja y la Ruta, China anunció el ambicioso Plan Doble Mil, que contempla mil proyectos de cooperación internacional y el intercambio de mil jóvenes científicos hasta 2030, con el objetivo de construir un futuro más justo, sostenible y equitativo para todos.
Con la participación de delegaciones de más de cien países y organizaciones internacionales, el evento giró en torno a temas clave como la inteligencia artificial, la medicina tradicional, el desarrollo industrial sostenible y la transferencia tecnológica. Los organizadores destacaron que el propósito de la conferencia no es únicamente científico, sino profundamente humano: reducir las brechas tecnológicas, impulsar la innovación inclusiva y garantizar que los avances del conocimiento lleguen a todos los rincones del planeta.
Entre los logros anunciados se encuentra también la creación de cinco alianzas internacionales en áreas estratégicas como la salud pública, la tecnología agrícola y las energías limpias. Estas iniciativas tienen como base el principio de que la ciencia no debe tener fronteras, y que su misión fundamental es mejorar la vida de las personas, sin importar su país de origen o nivel de desarrollo.
El Plan Doble Mil, lanzado desde la región de Chengdu-Chongqing, busca catalizar una nueva generación de investigadores y proyectos orientados al impacto global. En este sentido, se trata no solo de intercambiar conocimientos, sino de forjar puentes duraderos de colaboración que fortalezcan capacidades locales, potencien el desarrollo sostenible y aborden desafíos comunes como el cambio climático, la pobreza o la salud global.
Uno de los aspectos más destacados de la conferencia fue el énfasis en la juventud como motor del cambio. La formación de mil jóvenes científicos a través de intercambios, programas de capacitación y proyectos conjuntos representa una inversión estratégica en el futuro. La meta es formar líderes científicos con conciencia global, vocación humanitaria y capacidad de innovar en contextos reales, especialmente en países del Sur Global.
Durante la conferencia también se reiteró el llamado a fortalecer la gobernanza global de la ciencia, promoviendo estándares compartidos, colaboración ética y transparencia en la transferencia de tecnologías. En este contexto, Ecuador —como país participante— tiene la oportunidad de integrar redes de conocimiento, fortalecer su ecosistema de innovación y abrir nuevas rutas para sus investigadores, universidades y centros científicos.
La voz de la cooperación científica se hizo escuchar fuerte en Chengdu, y su mensaje es claro: solo a través del conocimiento compartido, la innovación responsable y la unión de talentos podremos construir un futuro verdaderamente humano. Desde Ecuador, como parte de este esfuerzo colectivo, celebramos que la ciencia se ponga una vez más al servicio de la vida.
¿Qué es la Iniciativa de la Franja y la Ruta?
Es un proyecto internacional liderado por China que promueve la cooperación global en infraestructura, economía, educación y ciencia. En su dimensión científica, busca generar redes de intercambio y colaboración en tecnología, salud, medio ambiente e inteligencia artificial.
