La clonación de mascotas, un tema que parecía exclusivo de la ciencia ficción, se ha convertido en una opción cada vez más común en Estados Unidos. Con avances científicos significativos, muchas personas recurren a esta tecnología para preservar la compañía de sus perros, gatos e incluso caballos. Esta práctica ha ganado gran aceptación, especialmente entre quienes desean mantener vivo el recuerdo de su mascota querida en un sentido más literal.
El proceso de clonación de mascotas se asemeja al de la fertilización in vitro, pero va un paso más allá al crear un embrión idéntico genéticamente al animal original. El procedimiento inicia tomando células del espécimen original, que se usan para desarrollar un embrión con el mismo ADN. Luego, este embrión es implantado en una hembra de la misma especie que, tras una gestación, da a luz a un clon de la mascota original.
En Texas, la empresa ViaGen ofrece servicios de clonación y preservación genética para aquellos que desean optar por esta tecnología. Sin embargo, este proceso no es accesible para todos. Los precios varían según el tipo de animal: la clonación de un perro o gato puede costar hasta 50,000 dólares, mientras que la clonación de un caballo puede alcanzar los 85,000 dólares. Estos costos equivalen a más de un millón y un millón setecientos mil pesos mexicanos, respectivamente.
Ante estos altos precios y la controversia ética que rodea el tema, la clonación de mascotas continúa generando debate. Para algunos, el vínculo con sus mascotas justifica la inversión y las implicaciones éticas, mientras que otros consideran esta práctica innecesaria y artificial. ¿Tú clonarías a tu mascota si tuvieras la posibilidad? La clonación de mascotas plantea preguntas profundas sobre el apego y la tecnología en la sociedad actual.
