El juicio contra los 17 militares procesados por la presunta desaparición forzada de cuatro menores inició el 5 de noviembre de 2025 y, hasta el momento, se había extendido por diez sesiones. Entre los procesados figuraban 16 militares señalados como presuntos autores directos y un teniente coronel investigado como presunto cómplice. La audiencia, que generó gran atención nacional, tenía previsto reinstalarse el 1 de diciembre de 2025.
Los hechos investigados se remontaron al 8 de diciembre de 2024, cuando Josué e Ismael Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina —de entre 11 y 15 años— fueron detenidos ilegalmente por dos patrullas militares en el sur de Guayaquil, cerca de Las Malvinas. De acuerdo con la Fiscalía, los menores habrían sido abandonados golpeados y desnudos cerca de Taura. Sus cuerpos aparecieron calcinados 16 días después, en una zona agreste del cantón Naranjal, en la provincia del Guayas.
Durante el juicio, peritos y agentes policiales expusieron detalles sobre las condiciones extremas del lugar donde fueron hallados los cuerpos, así como videos y grabaciones que reconstruyeron la ruta de detención entre Guayaquil y Taura. Las familias aseguraron que estas pruebas reforzaban los indicios de responsabilidad, especialmente al observar que las camionetas militares pasaron junto a una patrulla policial sin entregar a los menores. También se presentó un video grabado por un militar que mostraba agresiones verbales con contenido racial hacia los niños.
A esto se sumaron las pericias de quimioluminiscencia, que detectaron rastros de sangre en dos camionetas usadas durante la operación. La Fiscalía había presentado 26 testimonios y 180 documentos como parte de su acusación. Aunque la audiencia se reinstaló este 1 de diciembre, volvió a suspenderse y el Tribunal dispuso que se retome el 2 de diciembre a las 08:00, mientras las defensas continúan con la presentación de sus pruebas.