Detrás de la imagen paradisíaca de Galápagos, la violencia contra las mujeres se ha consolidado como uno de los principales problemas sociales del archipiélago. Lejos de ser un fenómeno marginal, el diagnóstico provincial 2021-2025 revela que el 55,7 % de las mujeres mayores de 15 años ha sufrido algún tipo de violencia, una cifra alarmante que evidencia la magnitud del problema.
Entre el 1 de enero y el 10 de diciembre de 2025 se registraron 198 alertas por violencia a través del ECU 911 en Galápagos. Puerto Ayora concentra la mayor recurrencia de estos casos, y los horarios más críticos se ubican durante la noche y la madrugada, cuando las mujeres se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad.
Datos recopilados por el Movimiento Activista de Galápagos de Mujeres en Alerta Magma, a partir de cifras de la Fiscalía y del trabajo en territorio, muestran que la violencia psicológica y sexual concentra un alto porcentaje de los casos. María Cazanfón, del Colectivo Magma, subraya que se trata de una realidad silenciada, de la que muchas veces se prefiere no hablar, y advierte sobre la urgencia de respuestas efectivas por parte del Estado, incluyendo el fortalecimiento de recursos para prevención, atención y justicia especializada. Actualmente, Galápagos cuenta con apenas dos fiscalías multicompetentes, ubicadas en Santa Cruz y San Cristóbal.
Geraldina Guerra, de la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo Aldea, señala que en zonas turísticas como Galápagos existe un fenómeno de ocultamiento de la violencia, basado en la idea de que “no ocurre nada”, lo que desalienta la denuncia. Frente a esta realidad, se destaca el trabajo de organizaciones de la sociedad civil como Magma. La propuesta central para enfrentar el problema es la creación de una Unidad Técnica de Igualdad e Inclusión Social que articule acciones y garantice continuidad junto a instituciones locales, organizaciones comunitarias y colectivos de mujeres.