Suecia ha fortalecido su compromiso con el bienestar de los animales de compañía mediante una nueva legislación que impone normas estrictas para el cuidado de los perros en los hogares. Esta ley reconoce la importancia del acompañamiento, la supervisión y el bienestar emocional de estos peludos en su entorno cotidiano.
Entre sus disposiciones principales se encuentra la prohibición de dejar a un perro solo por más de seis horas consecutivas. Asimismo, se prohíbe mantenerlos en jaulas, incluso por periodos breves, a menos que estas permanezcan permanentemente abiertas. Cuando las jaulas forman parte del mobiliario, deben ser amplias, limpias, acolchadas y permitir que el perro repose en una postura natural. También se restringe el uso de ataduras dentro del hogar y se permite su uso en exteriores solo por un máximo de dos horas al día.
Para los espacios exteriores, la normativa exige que existan áreas con sombra, luz solar, protección contra el viento y la lluvia, además de una plataforma elevada de al menos 50 cm. Los perros pequeños o con limitaciones físicas deben contar con rampas o escaleras que faciliten su movilidad. También se regulan factores ambientales como la temperatura, la humedad y la iluminación, que deben ser naturales y adecuadas. Las perritas embarazadas o con crías deben disponer de un espacio tranquilo y separado.
El incumplimiento de estas reglas puede resultar en inspecciones, advertencias, multas, el retiro del animal del hogar e incluso penas de hasta dos años de prisión. Aunque la legislación es estricta, contempla excepciones temporales en casos de viajes, consultas veterinarias, entrenamientos, eventos caninos y otras situaciones donde no se permita la presencia de animales de compañía.


