En el sector La Roldós, tres animales de compañía fueron encontrados en condiciones estremecedoras: abandonados, sin agua, sin comida y sin atención veterinaria. Una de las perritas, encadenada cruelmente, intentaba sobrevivir mientras cuidaba a sus ocho crías recién nacidas. La escena reflejaba una profunda falta de empatía y responsabilidad.
Ningún ser vivo merece vivir encadenado, deshidratado o hambriento. Mantener a un animal atado de forma habitual no solo es un acto de crueldad, sino también una falta muy grave según la normativa vigente. Este tipo de maltrato se sanciona con una multa de 10 remuneraciones básicas unificadas, equivalente a 4.700 dólares.
Además, no esterilizar a tu peludo también constituye una falta grave, sancionada con una multa de 1 salario básico, es decir, 470 dólares. La esterilización es una medida de cuidado y prevención que evita el abandono y reduce el sufrimiento animal.
Los animales rescatados de este caso fueron encontrados en condiciones inhumanas de abandono y negligencia. El informe será remitido a la Agencia Metropolitana de Control para que este acto violento no quede impune. Tener un animal de compañía es una responsabilidad, no un adorno.