Gracias a una denuncia ciudadana, dos cachorros —de apariencia similar a Huskies— y su madre fueron rescatados del comercio ilegal en el parque La Carolina. Un hombre los estaba ofreciendo a plena luz del día, ignorando por completo las normativas vigentes y tratando a los animales como mercancía.
En un operativo conjunto entre la Unidad de Bienestar Animal de Quito y la Agencia Metropolitana de Control (AMC), se logró interceptar al vendedor en flagrancia tras seguirlo por varias calles. Según las autoridades, estaba solicitando $120 por cada cachorro, una acción que representa una grave infracción.
La venta de animales de compañía en espacios públicos está prohibida en Quito y constituye una falta muy grave, sancionada con una multa de hasta $4.700. Este tipo de prácticas atentan contra el bienestar animal y fomentan el abandono y la reproducción irresponsable.
Los animales no son objetos ni máquinas reproductoras. Cada embarazo afecta físicamente a las hembras: debilita sus órganos, altera sus ciclos y puede generar complicaciones. Muchas veces, cuando no se logra la venta, los cachorros son abandonados y pasan a formar parte del creciente número de perros callejeros en la ciudad.