Estados Unidos y China dieron un paso importante hacia la distensión comercial al anunciar este lunes una suspensión de 90 días en la mayoría de los aranceles que se habían impuesto mutuamente. Esta medida marca una tregua temporal en la guerra comercial que ha afectado a mercados y economías en todo el mundo.
El acuerdo, resultado de dos días de negociaciones en Ginebra, establece que la suspensión entrará en vigor «de aquí al 14 de mayo». Así lo informaron ambos países en un comunicado conjunto, resaltando la intención de buscar soluciones a largo plazo mediante el diálogo y la cooperación.
En términos concretos, se acordó reducir en 115 puntos porcentuales los aranceles recíprocos durante los 90 días de vigencia del acuerdo. Con esto, los productos chinos importados en Estados Unidos pagarán un arancel del 30%, mientras que los productos estadounidenses que entren a China tendrán un arancel del 10%.
La noticia tuvo un impacto inmediato en los mercados: la Bolsa de Hong Kong subió más de un 3% y el dólar se fortaleció frente al yen y al euro. Aunque temporal, esta pausa ofrece un respiro a la economía global y abre la puerta a nuevas negociaciones que podrían cambiar el rumbo de las relaciones comerciales entre ambas potencias.