En Ecuador, más de 31 mil mujeres ocupan cargos gerenciales, lo que representa apenas el 30 % de la participación en puestos directivos, según datos de la Superintendencia de Compañías. Aunque esta cifra muestra un avance respecto a épocas anteriores, también evidencia que aún existe una clara desigualdad en el acceso de las mujeres a espacios de poder y toma de decisiones dentro del mundo empresarial.
Esta brecha es más evidente en las empresas grandes: en aquellas con más de 20 años de antigüedad, solo el 28 % de los cargos directivos están ocupados por mujeres, de acuerdo con la misma fuente. En contraste, son las pequeñas y medianas empresas, especialmente las más jóvenes, las que han mostrado una mayor apertura para integrar a mujeres en puestos de liderazgo.
El rol de las mujeres también se destaca en el ámbito familiar. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), el 38,5 % de los hogares ecuatorianos son liderados por mujeres. Esta cifra ha crecido en 9,8 puntos porcentuales desde 2010, lo que refleja un cambio social importante, pero también la responsabilidad adicional que muchas mujeres enfrentan sin suficiente respaldo institucional.
Además, el INEC reporta que más de 423.509 mujeres en el país están al frente de sus propios negocios, mayoritariamente en sectores como el comercio y los servicios. A pesar de su esfuerzo y protagonismo en la economía nacional, estos datos reflejan que aún persisten barreras estructurales que limitan su participación plena en espacios de mayor jerarquía. El camino hacia la equidad está trazado, pero todavía queda mucho por transformar.
