La crisis eléctrica en Ecuador sigue dejando secuelas importantes, especialmente en el sector industrial. Aunque el Gobierno anunció que a partir del 20 de diciembre de 2024 solo seis grandes industrias continuarían enfrentando cortes de luz, los gremios industriales denuncian que más de 170 empresas están siendo afectadas por racionamientos de hasta 10 horas al día. Esta situación no solo afecta la producción, sino también pone en jaque la competitividad del país en mercados internacionales.
Los racionamientos, que se intensificaron desde el 18 de diciembre, reflejan que la prometida normalización del servicio eléctrico aún está lejos de alcanzarse. Mientras el sector residencial fue excluido de los apagones programados tras el anuncio presidencial, la industria sigue siendo el eslabón sacrificado en la cadena. Esta discrepancia ha generado críticas y preocupación, sobre todo porque la recuperación económica depende en gran medida de la capacidad productiva de estas empresas.
La Ministra de Energía, Inés Manzano, informó el pasado 13 de diciembre que las seis industrias con mayor demanda de electricidad serían desconectadas del sistema desde el 15 hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, gremios empresariales han calificado esta medida como un “apagón industrial”, alertando sobre los riesgos para el empleo y la inversión. Según ellos, el impacto es mucho más amplio de lo que el Gobierno ha reconocido públicamente
La crisis eléctrica evidencia una falta de planificación y un manejo insuficiente de los recursos energéticos del país. Mientras las autoridades insisten en que estas medidas son temporales y necesarias, los gremios exigen soluciones de fondo que garanticen la estabilidad del suministro eléctrico sin comprometer a un sector que genera miles de empleos y sostiene gran parte de la economía nacional.